Kleine weite Welt
Una vez Stefana cargó a Manuel cuando no podía caminar en la excursión. Ella lo cargó todo el camino hasta que se reincorporaron al grupo. Una vez, Merle jugó en el mar para poder nadar, ¡y luego pudo! Y una vez, Hildie y Maleen vendieron sus propios cuadros pintados afuera, frente a la casa. ¿Fue un buen día?
Aquí, Tanja Székessy nos muestra momentos cotidianos muy simples y breves de diferentes niños. Pequeñas emociones, asociadas a la pena o a la alegría, que son grandes e importantes en el momento de la experiencia. Las imágenes encantadoras parecen casi de ensueño, pero están muy presentes y provienen directamente de la vida de los niños de hoy.